Smiljan Radic dio una magnífica conferencia en Lima sobre su producción arquitectónica.
El aula 103 de la Facultad de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica del Perú se desbordó con el público asistente a la charla del arquitecto chileno. Sin duda alguna, una conferencia muy esperada por parte de la audiencia arquitectónica peruana.
Durante la exposición de los distintos proyectos, Smiljan Radic habló sobre sus procesos de diseño, su forma de trabajo y su relación con el cliente.
La sinceridad de Radic para mostrar sus proyectos y las decisiones de diseño impresionaron a la audiencia. Uno de los factores comunes mostrados en distintos proyectos fue el de generar maquetas que van evolucionando con las ideas que aparecen durante el proceso; que al mismo tiempo se acompañan con software. Una curiosidad que acostumbra es el no generar una planimetría para llevar a cabo la construcción de la obra, sino que en muchos casos utilizaron modelos uno en uno y fabricación digital.
Fue interesante la explicación de cómo generar piezas que moldean el objeto arquitectónico. Por ejemplo, nombró la utilización de patrones de burda que usó para desmembrar el Serpentine Gallery. Esto se dio debido a la complejidad de llevar a la realidad la construcción de un toroide.
Habló también de la materialidad utilizada en sus proyectos, llevándola a su máxima expresión. Asimismo, reflexionó sobre la importancia de la luz en el edificio, pero no sólo por tener iluminación, sino más bien, por las sensaciones que puede causar la luz en compensación con el material y la forma en que afectan la arquitectura.
Dijo que aunque dos arquitectos usen mismos materiales, la forma de aproximarse a la arquitectura es distinta, por lo tanto el resultado también lo es. Esto no significa que uno esté bien y el otro mal, sino que son distintas maneras de hacer arquitectura y llegar a un producto final que causará diferentes sensaciones a partir del mismo material.
Una de las reflexiones que destacó Radic fue la importancia de la construcción. Explicó cómo no cualquiera puede hacer arquitectura, pero sí cualquiera puede construir, incluso el que no sabe que lo está haciendo. Un niño construye, un artista construye, un arquitecto construye.
Por otro lado, mencionó la importancia de la relación entre proyectista y cliente y cómo el proyecto evoluciona a través de las discusiones de ambos actores relacionados. A esto se suma el dibujo del arquitecto en experiencias previas y en conjunto con el desarrollo del proyecto.
Entre los proyectos explicados se encontraron el Restaurante Mestizo, Teatro Regional del Biobío, la Torre Antena Santiago, el Museo de Arte Precolombino en Santiago, el Pabellón Serpentine, entre otros.
Terminó la exposición con el proyecto NAVE. Con una imagen aérea del edificio en medio de la ciudad, explicó que implícitamente este proyecto podría ser algo similar a un memorial popular urbano, usando de referente una animita de carretera –santuario al lado de una carretera dedicado a una persona que murió trágicamente-, que él mismo había fotografiada algún tiempo atrás.
